Cuando era adolescente y las cosas dejaron de irme bien, noté que
aquellos-que-a-sus-14-años-disfrutan-de-vacaciones-tienen-la-suerte-de-su-lado.
Consiguen enamorada con facilidad, mejoran en los deportes, se separan sin dolor de la manada y vuelven a ella a placer, se broncean parejo, son requeridos asiduamente y asi.
Cuando tuve 14 años las cosas se me dieron fácilmente en un encantamiento que duró lo que duró un verano y el sol se fue llevándose consigo tanto azar favorable. En el transcurrir de algunos años, fui verificando mi enunciado en cada púber amistad que alcanzaba la agraciada edad.
Luego de más años, la imposibilidad cronólogica de aplicar tan práctico principio a mi beneficio personal, fue desvaneciendo mi ocasional interés en la materia. Hasta hoy que recordé y me pregunto si tal ley de la naturaleza continúa en vigencia o es que ha sido modificada o incluso derogada para inutilidad de mis devaneos de quinceañero melancólico.
aquellos-que-a-sus-14-años-disfrutan-de-vacaciones-tienen-la-suerte-de-su-lado.
Consiguen enamorada con facilidad, mejoran en los deportes, se separan sin dolor de la manada y vuelven a ella a placer, se broncean parejo, son requeridos asiduamente y asi.
Cuando tuve 14 años las cosas se me dieron fácilmente en un encantamiento que duró lo que duró un verano y el sol se fue llevándose consigo tanto azar favorable. En el transcurrir de algunos años, fui verificando mi enunciado en cada púber amistad que alcanzaba la agraciada edad.
Luego de más años, la imposibilidad cronólogica de aplicar tan práctico principio a mi beneficio personal, fue desvaneciendo mi ocasional interés en la materia. Hasta hoy que recordé y me pregunto si tal ley de la naturaleza continúa en vigencia o es que ha sido modificada o incluso derogada para inutilidad de mis devaneos de quinceañero melancólico.